LUIS BELTRAN PRIETO FIGUEROA DUCTOR DE JUVENTUDES
Luís Beltrán Prieto Figueroa, considerado como el gran maestro de Venezuela del siglo XX, hombre sencillo, imaginativo, de gran coraje para enfrentar las injusticias y defensor de la juventud, a ella dedicó gran parte de su vida y de su obra. Nació un 14 de marzo de 1903 en la prestigiosa Isla de Margarita, acunado en los brazos de La Laguna de La Restinga, amamantado por las tetas de Maria Guevara, protegido y bendecido por la Virgen de el Valle y tutelado por sus padres Don Loreto Higuerey Y Doña Josefa Figueroa. Tuvo una vida pública muy intensa, supo combinar las actividades políticas con las educativas, en ambas hizo significativos aportes teóricos, uno de ello es su tesis sobre el Estado Docente, en el mismo considera que todo Estado responsable, con autoridad real asume como función, la orientación general de la Educación , en su opinión la educación debe responder a los intereses de la mayoría, por tanto debe ser democrática , gratuita y obligatoria combinando la igualdad de oportunidades, tomando como único criterio las capacidades del individuo. A los 18 años descubrió, el maravilloso mundo de la enseñanza, pues a esa edad comenzó a ejercer la función de maestro en la Isla de Margarita.
Luís Beltrán Prieto Figueroa recorrió todas las escalas de la educación venezolana, maestro de primaria desde el año 1920, docente de secundaria desde 1932 , y docente de educación superior desde 1936, complemento su actividad con una intensa labor intelectual difundida en periódicos, revistas y libros.
Su preocupación por el progreso del país lo llevo a pensar en la preparación de las nuevas generaciones, sirviendo esta inquietud como incentivo para escribir una de sus obras mas significativa, titulada: “JOVEN EMPINATE “, la misma se refiere a diversos temas relacionados con la formación de la personalidad que todo ciudadano debe tener para adquirir el compromiso de trasformar su país, en una Patria mejor, promoviendo el desarrollo social, político, económico y cultural de sus pueblos.
Para el Maestro Prieto la juventud, no se corresponde con una etapa cronológica de la vida, para él, ser joven es “cuando se tienen las manos abiertas para dar, cuando se ponen al servicio de los otros toda la voluntad, toda la inteligencia y cuando se es capaz de sacrificarse por un ideal de redención humana.” (p. 19). Se entiende por ser joven una condición definida por valores humanos eternos tales como: la generosidad, sentido de justicia, creatividad, espíritu de servicio, capacidad de sacrificio, valores que se van trasmitiendo de generación en generación a través de la educación.
Hoy en día la juventud venezolana se encuentra viviendo la crisis mas profunda que se halla vivido en la historia del país, producto del desequilibrio familiar, que se ha venido acentuando a través de los tiempos. Es importante señalar que la familia es la institución considerada como la base fundamental de la sociedad, es allí donde se inicia el proceso educativo de todos los seres humanos, enmarcado en la enseñanza de los valores, aspectos fundamentales para el fortalecimiento de las relaciones interpersonales. Es evidente que en los últimos tiempos, esta institución ha venido descuidando sus funciones, razón por la cual se ha disgregado generando un desequilibrio emocional en los miembros que la integran.
El desarrollo científico , tecnológico y comunicacional que se ha venido gestando en el acontecer mundial , esta generando una dinámica social tan acelerada que ha transformado a la colectividad en sociedades transcomplejas, imponiendo la cultura del individualismo y de la competencia , favoreciendo el egoísmo, haciendo a un lado la comunicación familiar, colocando en el lugar de los padres, la televisión y el Internet, siendo una de sus consecuencias, jóvenes con mucha información pero muy desorientados, sin saber que quieren en la vida envueltos en una maraña de droga, alcohol, violencia, delincuencia, depresión, bajo rendimiento académicos y lo que es peor, sin deseos ni motivos para vivir.
Tomando como referencia la definición de juventud del Maestro Prieto, el número de jóvenes existente en Venezuela, es bien reducido. Un porcentaje significativo es cronológicamente joven y emocionalmente viejos y enfermos. Es bueno recordar que la juventud es fuente de renovación, frescura, alegría, energía constructiva, son ellos los llamados a promover y gestar los cambios sociales, políticos, económicos culturales en su entorno, si se les educa y se les dan las tareas bien definidas, los elementos y las oportunidades para realizarlas.
Es evidente el desajuste que está viviendo la juventud, la misma es provocada por el desequilibrio de la sociedad, lo que implica en parte, que esos comportamientos juveniles puedan ser reflejos de algunas conductas de los adultos. En toda sociedad los adultos son responsables de educar a los jóvenes, por tanto deben entregarles a las nuevas generaciones una antorcha llena de valores, y conocimientos sólidos para que le sirvan como punto de apoyo y puedan generar los cambios e impulsar el progreso que toda sociedad demanda, para su desarrollo y crecimiento económico. En procura de mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos.
Tomando en cuenta la rapidez con la que se gestan los cambios tecnológicos y comunicacionales, la educación requiere de una renovación permanente, de allí que el Maestro Prieto la defina como “un proceso de renovación y conservación al mismo tiempo. Un proceso donde las generaciones adultas trasmiten a las generaciones jóvenes sus hábitos, propósitos, intereses, deseos y obras.” (p.21). La educación además de ser un proceso de cambio, conserva algunos elementos que le resultan útiles, tales como los valores, su cultura, los mismos sustentan la identidad y el sentido de pertenencia de los pueblos. De allí su carácter conservador y renovador al mismo tiempo. La misma es una actividad en la que se confunden las dos maneras fundamentales de la actuación del hombre.
Los cambios que se generan en los sistemas educativos de la sociedades, son impulsado por el deseo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, fundamentados por corrientes filosóficas que definen el perfil de la sociedad que se perfila, dependiendo de la realidad, política y social que impere en ese momento. Para el maestro Prieto la sociedad ideal es la democrática donde todos los ciudadanos tienen igualdad de oportunidades, para participar en la toma de decisiones y accionar los procesos de cambios. El proceso educativo esta fundamentado por una corriente filosófica pragmática, la misma concibe al hombre como un ente activo, participativo. Comprometido con su entorno, solidario, ético y responsable.
El trabajo por y para la juventud es tarea de la educación. Es su responsabilidad formar los futuros dirigentes, y clases sociales con una clara conciencia de lo que son y de lo que se quiere ser. Ciudadanos solidarios y firmes, con una única ambición sentirse útil y necesario en su comunidad, con una visión global del conocimiento. .
El mensaje principal de este libro radica en la siguiente frase. “EMPÌNENSE, JOVENES, PARA QUE CONCURRAN AL TRABAJO DE CONSTRUCCION DE UNA PATRIA NUEVA” (p.11). Según el Maestro Prieto Figueroa el termino “EMPINARSE” tiene el sentido permanente de la elevación de las montañas erguidas y eternas, que miran siempre hacia arriba, o la del pino que nunca detiene su crecimiento, hasta ser derribado por los hombres, para convertirlos en material de construcción para el progreso de los pueblos. Frase que ha conservado su vigencia a través de todos los tiempos y que hoy más que nunca se hace presente. Es importante que las nuevas generaciones estén consciente de sus ideales y deberes juveniles, allí radica su actitud de superación y progreso, es esta la vía de asenso del espíritu hacia la perfección social y moral de la personalidad, de la comunidad y de la humanidad en general.
Uno de los entes que también ha descuidado su rol como organismo rector de la educación, es el Estado. Se hace necesario que el mismo asuma su función, la cual consiste en orientar la educación general, hacia un proceso de calidad y eficiencia, que genere y garantice el recurso humano responsable de gestar e impulsar los cambios necesarios que exige la dinámica social, por tanto los ideales del Estado deben estar en concordancia con los ideales juveniles y el acontecer mundial.
Es importante que se le de a los jóvenes las oportunidades y las condiciones especiales de trabajo, para que pongan en práctica sus ideas, puedan transformar su medio, laborar por su País, empinarse hacia la sima del progreso.
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Prof. Msc Petra Oliveros.
Petra.oliveros@cantv.net
Tlf. 0416-8985169
Luís Beltrán Prieto Figueroa, considerado como el gran maestro de Venezuela del siglo XX, hombre sencillo, imaginativo, de gran coraje para enfrentar las injusticias y defensor de la juventud, a ella dedicó gran parte de su vida y de su obra. Nació un 14 de marzo de 1903 en la prestigiosa Isla de Margarita, acunado en los brazos de La Laguna de La Restinga, amamantado por las tetas de Maria Guevara, protegido y bendecido por la Virgen de el Valle y tutelado por sus padres Don Loreto Higuerey Y Doña Josefa Figueroa. Tuvo una vida pública muy intensa, supo combinar las actividades políticas con las educativas, en ambas hizo significativos aportes teóricos, uno de ello es su tesis sobre el Estado Docente, en el mismo considera que todo Estado responsable, con autoridad real asume como función, la orientación general de la Educación , en su opinión la educación debe responder a los intereses de la mayoría, por tanto debe ser democrática , gratuita y obligatoria combinando la igualdad de oportunidades, tomando como único criterio las capacidades del individuo. A los 18 años descubrió, el maravilloso mundo de la enseñanza, pues a esa edad comenzó a ejercer la función de maestro en la Isla de Margarita.
Luís Beltrán Prieto Figueroa recorrió todas las escalas de la educación venezolana, maestro de primaria desde el año 1920, docente de secundaria desde 1932 , y docente de educación superior desde 1936, complemento su actividad con una intensa labor intelectual difundida en periódicos, revistas y libros.
Su preocupación por el progreso del país lo llevo a pensar en la preparación de las nuevas generaciones, sirviendo esta inquietud como incentivo para escribir una de sus obras mas significativa, titulada: “JOVEN EMPINATE “, la misma se refiere a diversos temas relacionados con la formación de la personalidad que todo ciudadano debe tener para adquirir el compromiso de trasformar su país, en una Patria mejor, promoviendo el desarrollo social, político, económico y cultural de sus pueblos.
Para el Maestro Prieto la juventud, no se corresponde con una etapa cronológica de la vida, para él, ser joven es “cuando se tienen las manos abiertas para dar, cuando se ponen al servicio de los otros toda la voluntad, toda la inteligencia y cuando se es capaz de sacrificarse por un ideal de redención humana.” (p. 19). Se entiende por ser joven una condición definida por valores humanos eternos tales como: la generosidad, sentido de justicia, creatividad, espíritu de servicio, capacidad de sacrificio, valores que se van trasmitiendo de generación en generación a través de la educación.
Hoy en día la juventud venezolana se encuentra viviendo la crisis mas profunda que se halla vivido en la historia del país, producto del desequilibrio familiar, que se ha venido acentuando a través de los tiempos. Es importante señalar que la familia es la institución considerada como la base fundamental de la sociedad, es allí donde se inicia el proceso educativo de todos los seres humanos, enmarcado en la enseñanza de los valores, aspectos fundamentales para el fortalecimiento de las relaciones interpersonales. Es evidente que en los últimos tiempos, esta institución ha venido descuidando sus funciones, razón por la cual se ha disgregado generando un desequilibrio emocional en los miembros que la integran.
El desarrollo científico , tecnológico y comunicacional que se ha venido gestando en el acontecer mundial , esta generando una dinámica social tan acelerada que ha transformado a la colectividad en sociedades transcomplejas, imponiendo la cultura del individualismo y de la competencia , favoreciendo el egoísmo, haciendo a un lado la comunicación familiar, colocando en el lugar de los padres, la televisión y el Internet, siendo una de sus consecuencias, jóvenes con mucha información pero muy desorientados, sin saber que quieren en la vida envueltos en una maraña de droga, alcohol, violencia, delincuencia, depresión, bajo rendimiento académicos y lo que es peor, sin deseos ni motivos para vivir.
Tomando como referencia la definición de juventud del Maestro Prieto, el número de jóvenes existente en Venezuela, es bien reducido. Un porcentaje significativo es cronológicamente joven y emocionalmente viejos y enfermos. Es bueno recordar que la juventud es fuente de renovación, frescura, alegría, energía constructiva, son ellos los llamados a promover y gestar los cambios sociales, políticos, económicos culturales en su entorno, si se les educa y se les dan las tareas bien definidas, los elementos y las oportunidades para realizarlas.
Es evidente el desajuste que está viviendo la juventud, la misma es provocada por el desequilibrio de la sociedad, lo que implica en parte, que esos comportamientos juveniles puedan ser reflejos de algunas conductas de los adultos. En toda sociedad los adultos son responsables de educar a los jóvenes, por tanto deben entregarles a las nuevas generaciones una antorcha llena de valores, y conocimientos sólidos para que le sirvan como punto de apoyo y puedan generar los cambios e impulsar el progreso que toda sociedad demanda, para su desarrollo y crecimiento económico. En procura de mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos.
Tomando en cuenta la rapidez con la que se gestan los cambios tecnológicos y comunicacionales, la educación requiere de una renovación permanente, de allí que el Maestro Prieto la defina como “un proceso de renovación y conservación al mismo tiempo. Un proceso donde las generaciones adultas trasmiten a las generaciones jóvenes sus hábitos, propósitos, intereses, deseos y obras.” (p.21). La educación además de ser un proceso de cambio, conserva algunos elementos que le resultan útiles, tales como los valores, su cultura, los mismos sustentan la identidad y el sentido de pertenencia de los pueblos. De allí su carácter conservador y renovador al mismo tiempo. La misma es una actividad en la que se confunden las dos maneras fundamentales de la actuación del hombre.
Los cambios que se generan en los sistemas educativos de la sociedades, son impulsado por el deseo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, fundamentados por corrientes filosóficas que definen el perfil de la sociedad que se perfila, dependiendo de la realidad, política y social que impere en ese momento. Para el maestro Prieto la sociedad ideal es la democrática donde todos los ciudadanos tienen igualdad de oportunidades, para participar en la toma de decisiones y accionar los procesos de cambios. El proceso educativo esta fundamentado por una corriente filosófica pragmática, la misma concibe al hombre como un ente activo, participativo. Comprometido con su entorno, solidario, ético y responsable.
El trabajo por y para la juventud es tarea de la educación. Es su responsabilidad formar los futuros dirigentes, y clases sociales con una clara conciencia de lo que son y de lo que se quiere ser. Ciudadanos solidarios y firmes, con una única ambición sentirse útil y necesario en su comunidad, con una visión global del conocimiento. .
El mensaje principal de este libro radica en la siguiente frase. “EMPÌNENSE, JOVENES, PARA QUE CONCURRAN AL TRABAJO DE CONSTRUCCION DE UNA PATRIA NUEVA” (p.11). Según el Maestro Prieto Figueroa el termino “EMPINARSE” tiene el sentido permanente de la elevación de las montañas erguidas y eternas, que miran siempre hacia arriba, o la del pino que nunca detiene su crecimiento, hasta ser derribado por los hombres, para convertirlos en material de construcción para el progreso de los pueblos. Frase que ha conservado su vigencia a través de todos los tiempos y que hoy más que nunca se hace presente. Es importante que las nuevas generaciones estén consciente de sus ideales y deberes juveniles, allí radica su actitud de superación y progreso, es esta la vía de asenso del espíritu hacia la perfección social y moral de la personalidad, de la comunidad y de la humanidad en general.
Uno de los entes que también ha descuidado su rol como organismo rector de la educación, es el Estado. Se hace necesario que el mismo asuma su función, la cual consiste en orientar la educación general, hacia un proceso de calidad y eficiencia, que genere y garantice el recurso humano responsable de gestar e impulsar los cambios necesarios que exige la dinámica social, por tanto los ideales del Estado deben estar en concordancia con los ideales juveniles y el acontecer mundial.
Es importante que se le de a los jóvenes las oportunidades y las condiciones especiales de trabajo, para que pongan en práctica sus ideas, puedan transformar su medio, laborar por su País, empinarse hacia la sima del progreso.
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Prof. Msc Petra Oliveros.
Petra.oliveros@cantv.net
Tlf. 0416-8985169
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